Tres joyas poco convencionales de Europa: Budapest, Praga y los misterios de Rumania. Diseñamos viajes a medida que combinan historia, naturaleza y cultura auténtica, para que vivas Europa del Este de una forma única y personal.
Europa del Este es una invitación a descubrir lo auténtico y sorprendente, lejos del turismo masivo.
En Grulla Viajes diseñamos experiencias personalizadas por tres destinos que combinan historia, belleza y cultura vibrante.
Hungría, es un país donde lo clásico y lo contemporáneo se encuentran con elegancia y carácter. Vas a encontrar ciudades con alma, como Budapest, dividida por el Danubio y unida por una historia fascinante. Sus calles están llenas de edificios que cuentan siglos de imperios, guerras y renacimientos. Las aguas termales, presentes en balnearios históricos como los de Széchenyi o Gellért, no son solo una experiencia de relax, sino una tradición viva que atraviesa generaciones. La vida cultural es intensa, con música clásica, ópera y cafés literarios que aún conservan el encanto de otros tiempos. Desde la arquitectura neogótica hasta una gastronomía robusta y sabrosa, todo en Hungría habla de una mezcla de influencias centroeuropeas, otomanas y eslavas que se sienten en cada rincón.
República Checa ofrece un equilibrio perfecto entre lo medieval y lo contemporáneo. Praga, con su castillo sobre la colina, sus puentes de piedra y sus torres de cuento, es solo el comienzo. Más allá de la capital, hay pueblos encantadores como Český Krumlov o Telč, donde parece que el tiempo se ha detenido, y bosques profundos que invitan a caminatas tranquilas o escapadas activas. Este país combina historia, arte y modernidad con una naturalidad admirable. Su herencia artística se refleja tanto en sus iglesias góticas como en la tradición del cristal de Bohemia, el teatro negro, y una cultura cervecera que forma parte del estilo de vida checo. Es un destino ideal para quienes buscan belleza, cultura y tranquilidad en un solo viaje.
Rumania te propone un viaje más aventurero y auténtico, lejos de los circuitos más transitados. Es un país de contrastes poderosos, donde podés explorar castillos medievales como el de Bran, asociado a la leyenda de Drácula, o el de Peleș, una joya de la arquitectura. Sus paisajes naturales son imponentes: desde los Cárpatos hasta la región de Maramureș, donde la vida rural conserva ritmos antiguos y costumbres que se transmiten de generación en generación. Los pueblos tradicionales, con casas de madera tallada y cementerios decorados con arte popular, son una ventana abierta a una Europa profunda y poco conocida. Rumania es ideal para quienes buscan experiencias genuinas, contacto directo con la gente local y una inmersión cultural sin filtros.
Estos destinos se combinan para armar itinerarios únicos, pensados exclusivamente para vos y tus intereses, con alojamientos boutique, actividades exclusivas y la tranquilidad de viajar con asesoría experta. Descubrí Europa del Este a tu manera, con la flexibilidad y el detalle que solo un viaje a medida puede ofrecer.